sábado, 24 de octubre de 2015

Meter un paquete

Como en otros ámbitos de la vida, la impunidad suele ser la única consecuencia que acarrean las muchas tropelías, desacatos e imprudencias que se cometen a diario en la oficina moderna.   Es tanta la reiteración y aún la contumacia con que algunos profesionales perpetran todo tipo de desmanes que las más desarrolladas teorías sobre el delito continuado y el delito masa resultarían de gran utilidad en nuestras empresas si no fuera porque, como apuntábamos, los mismos quedan impunes cuando no son incluso jaleados por propios y extraños.

Sin embargo, es cierto que, en contadas ocasiones observamos que estas actuaciones son efectivamente castigadas, circunstancia que suele recibirse con callado regocijo por afectados y testigos.  Decimos, en esos casos, que al autor "le han metido un paquete" o también que "le ha caído un paquete".  Empleamos aquí la acepción, probablemente de origen castrense, que hace equivaler "paquete" a "castigo, arresto, sanción", tal como encontramos en el Diccionario de la Real Academia Española.  La locución verbal "meter un paquete a alguien", también recogida en el DRAE, es definida precisamente por María Moliner como "castigar o sancionar a alguien".

Es rica la polisemia de la palabra "paquete" más allá de sus valores más inmediatos y elementales.  En la oficina moderna, la encontramos también en numerosas construcciones denigratorias ("el nuevo analista es un paquete"; "se necesita ser paquete para no aprobar ese examen").  Empleamos el vócablo aquí con un sentido ("persona torpe y aburrida") que, curiosamente, el DRAE limita geográficamente a Cuba, Argentina y Uruguay, aún cuando es frecuentísimo en el castellano peninsular con el foco en la torpeza o inutilidad.

Aún más idiomático resulta el empleo de la palabra "paquete" para referirnos al "bulto de los órganos genitales masculinos bajo una prenda muy ceñida", por emplear la colorista definición del DRAE.  Encontramos este valor en la expresión "marcar paquete", también recogida por la Real Academia con el valor de "hacer resaltar los órganos genitales masculinos mediante una prenda muy ceñida", que ilustran especialmente nuestros toreros y torerillos con sus trajes de luces.

Conviene notar que esta locución, además de en su sentido literal, es empleada, con cierta frecuencia, en un sentido figurado que se refiere de manera desdeñosa a alardes innecesarios o a las inevitables búsquedas del lucimiento personar que suelen caracterizar el desempeño profesional ("le gusta mucho marcar paquete en los comités con sus conocimientos sobre la economía mexicana"; "no tiene ni puta idea de finanzas pero marca mucho paquete con su inglés de Eton").  En los tiempos mozos del autor se empleaba, incluso, la palabra "paquetero" para referirse al autor reiterado de estas actuaciones pero este término ha caído en desuso, al igual que el relacionado "paquetada".

Por otro lado, y retornando a nuestro camino principal, se emplea también en nuestras oficinas una locución similar, "meter un puro", con el mismo sentido.  El DRAE le asigna efectivamente el valor de "imponer a alguien una sanción o un castigo" e incluye también en sus páginas el verbo equivalente "empurar".  En todos los casos, con "paquete" o "puro", el énfasis de la expresión está en la severidad del castigo recibido que, en muchas ocasiones, se subraya aún más, haciendo mención a "un buen paquete" o "un buen puro".

Por ello, a la hora de expresar esta idea en inglés, podemos recurrir a la locución verbal to throw the book at someone, que podría traducirse literalmente como "lanzarle el libro a alguien".   Es una construcción de origen norteamericano que hace referencia al libro que contiene las leyes o normas y, en el origen, indicaba que a alguien se le aplicaba la máxima pena que el código aplicable prescribía.  Hoy su uso es más genérico y el Cambridge Advanced Learner's Dictionary define la expresión como "castigar a alguien con la máxima severidad" ("to punish someone as severely as possible").

Ejemplos prácticos:
  • Pensaban que se irían de rositas pero les pillaron y el regulador les metió un buen paquete.  They thought they would get away with it but got caught and the regulator threw the book at them.
  • Ha llegado la hora de que la Comisión le meta un puro al Estado Miembro que no cumple.  The time has come for the Commission to throw the book at the delinquent Member State.
  • Si no respetas las normas, te acabarán empurando.  If you don't follow the rules, they will throw the book at you in the end.

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