lunes, 21 de febrero de 2011

Como el que oye llover

En la oficina moderna las críticas y las habladurías deben soportarse de la forma más estoica posible si no queremos vernos sumidos en la paranoia o aun en terrenos abiertamente psicóticos.

Resulta preciso por ello adoptar una actitud que expresamos en ocasiones en castellano con la muy evocadora expresión "como el que oye llover" (o, más infrecuentemente, "como quien oye llover"). La dificultad estriba en encontrar el equilibrio entre la distancia (y el tácito desprecio) ante lo insignificante y la sensibilidad hacia lo importante. En otras palabras, administrar bien la sordera, como siempre recomienda la madre del autor.

El Diccionario de la Real Academia Española recoge la locución que hoy nos ocupa y nos indica que se emplea "para denotar el poco aprecio que se hace de lo que se escucha o sucede". El Diccionario de Uso del Español de María Moliner no aporta mucho más pues asigna a la expresión el valor de "sin hacer ningún caso".

El inglés también utiliza el agua para expresar esta idea pero lo emplea de una manera muy diferente. Efectivamente, en inglés decimos like water off a duck's back (algo así como agua que despide la espalda de un pato), evocando el supuesto carácter impermeable de las plumas del pato.

Ejemplos prácticos:
  • Le venimos diciendo que debe trabajar mucho más pero como el que oye llover. He's being told that he needs to work much harder but it's like water off a duck's back.
  • Me dijo que se había tomado los comentarios negativos sobre su propuesta como el que oye llover pero en realidad le vi bastante fastidiado. He told me the negative comments about his proposal were like water off a duck's back but I thought he was actually rather upset.

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